Lo dejaré todo: 2007

Sunday, December 30, 2007

En el Embarcadero


Terminada la candente fornicación, se incorporo de la cama para sentarse al borde de esta. Lamió un poco del sudor que le resbalaba por las mejillas y que se dirigía deslizándose hacia su mentón. Saboreo su salado sabor.
-Esto ha de terminar aquí-
-A que te refieres- sostuvo su desnuda acompañante, cuyos pechos estaban brillantes reflejando la tenue luz de la lampara que los iluminaba, ella estaba empapada.- lo dices porque algo no te gusto o ¿que?- su rostro reflejaba la incredulidad que sus firmes palabras evitaban transmitir.
-Esto, todo esto. mañana no estaré aquí para abrazarte y por más que me llames deberás arreglártelas sola- sostuvo con la rudeza que solía tener cuando necesitaba acorazarse al verse en una situación incomoda.
-Me dejaras sola otra vez, ¿ por cuanto te iras ahora?- su voz ya no traslucía firmeza, se asemejaba más a un muro que se desmembraba por mucho que se intentara sostener en pie.-Tres meses, un año, como la ultima vez.

Sabes bien que me iré por que también amo lo que hago -y era verdad, la intensidad con las que amaba a su mujer y viajar por los mares se contraponían en un nivel similar- tanto a ti como a embarcarme. Y esta vez espero hacerlo hasta no haber conocido que hay más allá del horizonte, donde el sol es absorbido por el mar.
Se paro de la cama, de consistencia pajosa y con olor a hierba seca, se puso sus botas de cuero, agrietadas y llenas de polvo, con marcas evidentes del uso prolongado y salio de la estancia. Hacia frió así que volvió por su abrigo de pieles de zorros, miro de reojo a su mujer tratando de mantener el rostro intacto, ella lo estaba mirando frunció el entrecejo y se volteo dándole la espalda. Ruud esbozo una sonrisa de alivio o de sopesada confianza en lo que ocurriría entre ellos. Sabia que nadie los separaría, salvo que la muerte se interpusiera en el camino de cualquiera de los dos.

Miro su barcaza, en la que viajaría con sus otros 10 compañeros, hacia tres horas que se había despedido de su mujer, a pesar de eso era ella quien tenia aferrada su mano como una madre cuida a su recién nacido. Habían cargado los víveres, el agua, armas para enfrentar posibles enemigos, pues de todas formas iban a lo desconocido por lo que llevar armamento era algo bastante racional. También habían cargado conservas como avena y harina, trataron de guardar lo máximo posible pues no sabían cuanto iba a extenderse el viaje.
Tres estaban ya abordo, los otros ocho, más el, estaban aun atados al puerto, lo que los mantenía aferrados a tierra eran 8 mujeres que se habían ido a despedir de sus hombres.
Seria cínico no reconocer que ellos también sentían nostalgia por dejar a sus fieles acompañantes solas Dios sabe cuanto tiempo. Aunque el sentimiento y el amor hacia ellas era fuerte, a los otros siete hombres los atraía y los hacia fuertes algo más que les permitiría alejarse, era su deber cumplir, con esta hazaña, enfrentar lo desconocido. Por más que explicaran ninguna mujer entendería jamas lo que el deber era, para ellas solo eran patrañas inventadas por los varones para fanfarronear ante los de su mismo genero. A Ruud también lo ataba y lo llamaba el deseo del deber, el comprendía a sus compañeros y actuaba igual que ellos ante las reprimendas y lluvia de insultos de las despechadas y enfurecidas compañeras, las ignoraba.
Los tres que estaban en cubierta, terminaban de soltar las amarras y guardarlas en grandes baúles. De vez me cuando dirigían una mirada hacia abajo, Sean tenia el labio rígido, pero levemente inclinado hacia arriba, los otros dos conversaban y hablaban de algo, Ruud desde el muelle escuchaba la palabra mujeres, antes de que se ahogaran en fuertes carcajadas.



-Bien no podemos tardar más, espero que te cuides durante mi ausencia.
-Sabes bien que lo haré -su mirada era tan directa que sentía que le leía los pensamientos- no quiero que me olvides a la semana de estar en esa maquina con olor a podrido, espero que cuando regreses me entregues una carta pro cada día que hayas estado fuera, ¿me oíste?
Esta bien, pero solo lo haré cuando tenga tiempo y una vez a la semana a lo mucho- no tuvo tiempo ni de reaccionar cuando de repente lo único que vio fueron luces blancas y un intenso ardor le ardía con cada palpitación en su mejilla.
No te hagas el listo, sabes que hablo en serio, maldito hombre, estúpida sabandija.- Ruud no escuchaba nada por la oreja izquierda donde había recibido la cachetada, su otra mejilla también se había tintado de rojo pero no a causa del golpe sino de la vergüenza, miro hacia un lado y vio que a 10 metros la situación no iba diferente. Alla el joven Joshua aprecia tener una gresca similar con su igual de oven esposa, parecía que ella le estaba gritando...de pronto Joshua e Isabel fueron sustituidas repentinamente por una nueva
oleada de luces y un dolor creciente en su lado derecho
Dios de donde sacas tanta fuerza mujer, si en casa apenas puedes con lavar las olas- eso no era cierto pero la rabia no le impidió detener sus pensamientos.
Su mano alcanzo a detener otro ataque de la mano de Iris cuando la tomo por la cintura y le dio un beso apasionado, una lagrima mojo su mejilla, pensó que era su ojo que lloraba por el dolor que aun sentía aunque no tan intenso. De pronto noto que eran lagrimas de Iris, la apretó más fuerte y lloro con ella.

Friday, December 21, 2007

Un Doble Amor



Hubo un tiempo en que solía cruzar la vereda para mirarme a mi mismo, pero eso fue antes de que pudiera verme a mi mismo reflejado en la cotidianidad de los demás, duro hasta que vi la mierda en la que las personas vivían en sus vidas.

A partir de ahí tome la decisión de verme a mi mismo en el preciso instante en que estoy. No hubo más reflexiones sobre el destino, sobre el pasado y el futuro, sobre el presente y las consecuencias, a partir de ese momento comencé a vivir el nuevo día, dejando de lado toda esa melancolía que solía llenarme, casi siempre, con una sensación amarga que me llegaba hasta la garganta y que ni la hierva ni el sexo me hacian olvidar.

Comenzó hace 3 semanas.

Me encontraba como siempre en mi casa, tirado en la cama, pensando en si escribir algun maldito articulo o si encender la televison, no me decidi por ninguna asi que fui a prepararme un sándwich.

Verán yo trabajaba en un diario, como blogger, o ese era la caracterización con la que me identificaban en mi mísero empleo. Ese día recibi una serie de criticas por el articulo que escribí, esa fue la excusa para renunciar a todo, no es que creyera que mis escritos fueran un algo digno solo de ser alabado, realmente hasta yo consideraba que era mierda, mierda de la buena, pero que era un medio por el cual yo podía ganarme el sustento para vivir, me sostenía economicametne sin agitarme las manos ni calentarme la cabeza, era fácil y lo hacia. Generalmente escribia de la forma mas común que hay para escribir en mi país, criticando, criticas y criticas, reflexiones y toda esa mierda que no lleva a ningún lado. Pero a la gente le gustaba, y como no, si han vivido toda la vida con esa porquería impregnado en su cultura. Los viejos le traspasan a los pobres desgraciados y asi hasta nunca acabar. Gracias a eso podía pagar y comprarme toda la hierba que quisiera. En fin, resultaba.

Como no había nada en el refrigerador, cosa que era común, sin considerar los duraznos y las verduras corroídas por el frio y el tiempo. No había nada que comer. Tome mi auto con esa agradable capade polvo y mugre acumulada de al menos hace 30 dias, que fue cuando decidi limpiarlo porque la cajera de la tienda me ofreció un lavado junto con una cerveza, no era que me importara la cerveza o el lavado, estaba solo y necesitaba votar la tensión sexual, fue una buena excusa para lo que vino después.


La chica se llamaba Sandra, Sandra tenia 27 años, dos más que yo, pero además contaba con un cuerpo hecho con esfuerzo, unas nalgas protuberantes firmes y duras, unos pechos blandos y bien posicionados, creí que tenían silicona pero dos horas después tantee que no era asi, un buen sostén puede engañar incluso una vista tan experta como la mia. Sandra trabajaba enlas tardes como cajera del lubricentro, estudio ingieneria 1 años, después se cambio a enfermería de la que se titulo, ejerció hasta que un doctor la utilizo mal enseñándola a tener relaciones a escondidas en la residencia del personal. No es algo que el mundo desconozca, las residencias de los hospitales son la residencia del placer y la perversión, pase tres veces por aquel candente lugar por lo que tengo fe de lo que hablo, no es algo que solo se ve en las series gringas que trasmiten por el cable. Sandra renuncio y de algun modo que no logre entender llego a ser cajera del local de atención de automóviles, creo haber captado la indirtecta que me lanzo al parecer le hizo atención al jefe antes de acusarlo de abuso sexual del que salió favorecida. De eso me entere en una hora, la hora siguiente fue penetración y orgasmos en mi casa, bueno las restantes 7 siguientes fue algo parecido pero con los niveles de droga que teníamos en el cuerpo no recuerdo mucho salvo que vomitamos el sofá cuando estábamos haciéndolo por la puerta de atrás. AL sdia siguiente nos dijismos adiós con ojeras negras y un dolor de cabeza que si no me tiraba a la cama me hacia ver todo de mal humor. Al menos termine con mi auto limpio.

Maneje unos 15 minutos hasta que llegue a un restorán, hice mi pedido y listo, no quería volver a casa asi que fui donde mi ex novia, se había casado y tenia tres hijos el mayor de 4 y los otros en sucesión años, la pobre recibió su castigo por haberme sido infiel.

Tuesday, March 13, 2007

Página 4

Se desvistió, corrió las cortinas de la ducha, giro la llave del agua caliente - ahhhhhhhhhh!-( salió el agua hirviendo) después de regular la temperatura con el agua fría se puso a pensar en donde termina el agua mezclada con orina que caía por el desagüe en esos instantes.

Tres horas antes fue a la playa cercana y camino hasta hartarse fijo rumbo Norte, dibujo su ruta imaginaria no muy sutil, solo seguía la playa, eran las 15.17.

Atormentada tanteaba su zona genital recordando los momentos en que podía sentir el placer otorgado por su ahora mas despreciable recuerdo. Incapaz de autosatisfacerse dejo de lado su libido y marcho a la playa para despejar su frustrado intento masturbatorio. Llegó a las 15.20 miro a los alrededores no se veía nada nuevo los típicos señores entrados en edad que iban a pescar si es que alguna vez pescaban, ella en lo personal no había visto nunca uno con alguna presa, al fondo se divisaban los transbordadores que abandonaban el puerto, miro a la derecho y vio una figura que se alejaba. Se sentó miro el cielo y se recostó a recibir la brisa que llegaban junto a las olas.

Ruud armaba un plan, mientras caminaba, para organizar las quehaceres por cumplir en los próximos días, no era de los super organizados, aunque se molestaba cuando algo desordenaba su agenda mental, como las visitas inesperadas, pocas personas eran bienvenidas en el desconcierto síquico que le significaba reorganizar el día.

Atormentada extrañaba visitar a quien años atrás fue su alegría y tristeza.

Tuesday, March 06, 2007

Página 21

Sentado frente a la televisión no hacia mas que cambiar canales, comenzó a sonar la sirena de los bomberos, como siempre no le dio importancia, prácticamente nadie lo hacia. Puso la tv en el canal de deportes, observo un partido por la copa europea. Miraba el reloj una y otra vez, calculo que para cuando terminara el partido estaría a 15 minutos para alcanzar el autobús que lo llevaría a su primer día de trabajo. Termino el partido y con una grata sonrisa, porque aunque entre los equipos que jugaban no estaba el Man.Utd hincho por el Liverpool ya que el Barcelona no le simpatizaba en general ningún equipo español. Tomo su bolso camino la cuadra y media que hay entre su casa y la parada. Tomo la locomoción pago al chofer y se fue a los últimos asientos, se apoyo en la ventana y se fue pensando.

-Probablemente estaré tan nervioso que ni me daré cuenta de quienes serán mis nuevos compañeros, supongo que será lo mejor así los chismes y miradas que te desarman para saber todo sobre uno no me afectaran, espero. Se que no puedo hacer muchas cosas solo, no soy superman. Ah!, en fin prefiero no pensar en viejas chismosas. Durante el resto del viaje fue cantando una canción que oyó en una serie de televisión.- pensó.

“I want you to want me.
I need you to need me.
Id love you to love me.
Im beggin you to beg me.

I want you to want me.
I need you to need me.
Id love you to love me.
Ill shine up the old brown shoes, put on a brand-new shirt.
Ill get home early from work if you say that you love me.”
; bueno en realidad canto solo eso del resto no se acordaba, y si somos realistas lo que reproducía en su mente eran esbozos de lo anterior.

-Irónico pensar en esta canción- se dijo- mmm.

Ruud trabajaría por primera vez

Página 3

Abrió sus ojos como si nada, tardo unos segundos para caer en cuenta que no fue un sueño lo ocurrido, tres lágrimas se deslizaron desde su ojo izquierdo siguieron las curva de su nariz danzaron sobre sus labios y se desvanecieron sobre su almohada, uniéndose a las otras tantas que cayeron aquella penosa noche. Jamas se había sentido tan delicada y frágil, nunca tan pequeña e inestable.

Ruud alzo los ojos y fijo su mirada en el techo, medito unos minutos, apretó los dientes y lanzo un grito silencioso que sacudió su conciencia, comprendio luego que no estaba perturbado como suponía debía estar, al contrario, sentía un relajo, una pequeña pero creciente tranquilidad lo dominaba, en ese momento no imaginaba que podía significar, dehecho nadie lo sabia.
Se levanto, parecía no haber nadie en la casa, se asomo a la ventana y miro al este, lejanas nubes se divisaban, parecían quitas, esperando que alguien les diera un soplido y las orientara en alguna dirección, Ruud soplo, pensó por momentos que era el que dominaba realmente el destino de esas motas de algodón

Monday, March 05, 2007

Página 1

Ruud a veces se sentía con ganas de mirar todo como los demás, comprender esas cosas que ellos estaban sintiendo, saber cuales eran las preocupaciones que tenían, el odio y todas las pasiones que hay en cada persona.

Solía salir de noche a juntarse con Atormentada, una pobre muchacha de barrio medio, pero con el creciente estilo que encarna a las personas del mundo, aparentaba todo lo que no era pero que creía tener.

Miraba sus manos Atormentada, era su forma de confirmar todas sus sensaciones, generalmente después de estar mucho tiempo separados, las veces que se reunían ella era consumida por el calor del libido que recorría sus largas piernas, sus pechos perfectos, su indecorosa mirada. Con el tiempo aprendió a dominar estas sensaciones, después de todo no seria ella quien diera el primer paso para sofocar esas ansias. Hablaban de lo cotidiano, aquello que los unía porque no tenían muchas mas opciones en común, pero que los apartaba de los demás, Ruud un muchacho con la mirada en el presente, sin mayores proyecciones que las que crecían cada día, usualmente insertado en las extravagantes ideas que merodeaban sus pensamientos, es esta una de sus grandes cualidades pero a la vez su defecto mas notorio, era inmaduro, al menos así lo veían los demás, generalmente porque disparaba muchas veces esas ideas sin pensar que lo que diría seria algo estúpido.

-Me encantaría vivir en un barco- dijo- poder viajar a cualquier parte, desconectarme del presente, salirme de la rutina cuando me este aburriendo.

-Si viviéramos juntos creo que habría rutina, pero no aburrimiento.- contesto Atormentada.